En la fuente del buraco, en Reibón, parroquia de Meira, cuando el sol brillaba en el monte Da Paralaia, salía una princesa muy guapa a peinarse el pelo con un peine de oro. Un día apollo el peine en una roca, un cerdito que andaba por allí se escapo con el peine en la boca. Cuando llego a la casa de sus dueños, estes se dieron cuenta de que el peine era de oror y mandaron al cerdo de vuelta al lugar donde lo había encontrado con la inteción de conseguir más peines de oro. Pero no había ni rastro de la princesa y al matrimonio desde esta no les fue nada bien.
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