martes, 19 de junio de 2018

A poza da moura. Silvia Cancelas

Era una vez una jovencita que vivía con su padre en una pequeña casita en el bosque.
Los dos eran seres mitológicos, él era un mouro y ella una moura, aunque lo eran a escondidas, ya que lo querían mantener en secreto sin que nadie se enterase.
El mouro, ganaba mucho dinero trabajando en las minas. Como era de esperarse de uno de ellos. Pero simplemente lo gastaba en irse a beber y en cosas innecesarias, por lo que parecían escasos de dinero, cuándo no era así.
Con el paso de los años, los vecinos del lugar se fueron dando cuenta de los secretos que estos escondían, por lo que se enfadaron con ellos de una manera bestial, incluso les temían y evitaban. Por lo que no les quedó más remedio que mudarse.
El mouro siempre le decía a su hija que no le dijese nada a nadie por mucho que confiase en una persona y siempre escondiera todas sus pruebas.
Ella no entendía por qué y ni siquiera sabía si eso estaba bien o si era lo correcto, pero no le quedaba más remedio que aceptarlo.
La cosa es que, su madre había sido asesinada por unos humanos a pesar de que las mouras son superiores a los humanos.
Además de que si la gente lo supiera no podrían llevar una vida normal y corriente.

El dúo decidió mudarse a Domaio, en la provincia de Pontevedra, bien lejos de dónde vivían antes.
Esperaban que hasta ahí no se habían esparcido los rumores.
Esta vez compraron una casa mucho mas grande y bonita y decidieron llevar una vida nueva.
Esta vez la chica intentaba ser mucho mas precavida viendo lo que pasó antes.
Su nueva casa estaba al lado de una poza y nunca salía de aquella zona.
La joven de todas formas seguía haciendo lo que le gustaba y mientras su padre estaba fuera, se dedicaba a cepillarse el cabello mientras cantaba sentada en una al lado de la poza.
Mucha gente, en especial hombres la habían escuchado cantar pero esta se escondía o los asustaba haciendo que se fueran y no la pudieran ver.
Pero un día un día conoció a un chico, era campesino y pasaba siempre por al lado de su casa.
Él era diferente, era una persona muy amable y casrismática.
La moura se interesó en él y esperaba para verle día tras día.
Ella quería conocerlo, pero sabía que si se enteraba de que era una moura, no querría saber nada.
Se dejó mostrar ante él y se conocieron, pasando varios días conversando juntos. Cuando por fin le contó la verdad, a él no le imoportó en absoluto, por lo que ella se enamoró completamente de él.
El mouro notaba muy rara a su hija, por lo que un día decidió no ir a trabajar y quedarse a espiarla para ver que hacía.
Al descubrir la relación que tenía su hija con un humano y que él sabía la verdad, se llenó de furia e ira y decidió ir allí y asustarlo.
El campesino al ver la cara del mouro murió sin ni siquiera poder reaccionar y la joven entró en una profunda depresión.
Alejándose de su padre metiéndose en la poza por el resto de su vida.





Fin :D


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