Arturo, un niño de quince años, se va a pasar las vacaciones de verano a Noruega porque sus padres quieren que practique la lengua inglesa.
Al principio, al protagonista le parecía que sus padres le habían fastidiado el verano pero, poco a poco, a este, le fueron pasando aventuras que nunca hubiera vivido en dónde veraneaban habitualmente sus padres.
Al llegar a Noruega, Arturo conoció al que después sería su compañero de investigación.
El mismo día de su llegada Arturo tuvo que ayudar a su nuevo amigo llamado Erik a preparar el jardín para la fiesta de cumpleaños de la madre de este. Mientras estaban haciendo un hoyo, para plantar un nuevo árbol para la casa, descubrieron una caja metálica. A raíz de esto Ingrid, la madre de Erik, aprovechó y les comentó a los niños que la casa antiguamente había sido un campo de concentración nazi.
Después de unos días los chicos fueron a visitar a la abuela de Erik. Esta no tenía muy buena memoria por lo que no pudo aportar demasiados datos pero Arturo observó, en una de las fotos colgadas en la casa de la abuela de Erik, la misma caja que habían encontrado en el jardín. Se lo comentó a Erik y este pensó en cómo poder abrir la caja movido por la curiosidad de averiguar lo que contenía, ya que estaba demostrado que tenía varias décadas.
Tras unos días de investigación fueron a una cabaña del tatarabuelo de Erik con una amiga de este, Karin, a buscar una llave que abriría la caja. Allí encontraron a una chica llamada Briguita, que les dijo que muchos objetos los había llevado al Museo del Mar. Los chicos se fueron allí y, efectivamente, encontraron la ansiada llave.
Nada más llegar a casa de Erik los tres la abrieron y, para su sorpresa, lo que encontraron fueron un par de cuadernos en los que estaba escrita la vida de la abuela de Erik en los tiempos de la ocupación nazi.
Este libro es muy bueno y se lo aconsejo a aquellas personas a las que les gusten los libros de intriga.
La historia te da una información muy por encima, pero a la vez muy interesante, a través de los escritos y los cuadernos de la abuela, de lo que fueron los tiempos de la ocupación nazi en Europa. También te dice, indirectamente, que no todo el mundo que hace el mal es porque en realidad se ajuste a su forma de ser, sino porque la sociedad en la que vive no le da opción a ser de otra manera, pero que, si se le ofrece la oportunidad, puede demostrar que en realidad no es así y que todo lo malo que está haciendo puede ser fruto de una situación, no de un carácter.
Yo entiendo que a mucha gente este tipo de historias no les guste pero en mi opinión estos libros enriquecen los valores de una persona al contarte una historia que, en cierto modo fue verdad y que te hacer caer en la cuenta de que en realidad hay muy poca personas que disfruten con el sufrimiento de los demás, aunque, a veces, por desconocimiento, pensemos que lo hacen por placer.
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