lunes, 18 de junio de 2018

Un día. Natalia Fervenza.

Un día mi madre me mando ir a la fuente a por agua mi madre la necesitaba, y todos nosotros, tenia un poco de miedo era de noche y por aquellos tiempos no había luz por aquellas calles y la fuente estaba a 300 metros:

Salí de casa y escuche varios ruidos y me asuste aun más, me empece a arrepentir de a verle hecho caso a mi madre…

Casi estaba ya en la fuente solo me faltaban aproximadamente 100m podía escuchar el agua caer lentamente, pero todo estaba oscuro.

El camino se me estaba haciendo muy largo para lo que quedaba como no veía nada me caí parece que me tropecé con una piedra y me hice una herida bastante grande, pero seguí andando necesitábamos el agua para el día a día…

Me dolía mucho iba cojeando el camino se me estaba haciendo mucho más largo de lo que en realidad era tenia que ir mucho más lento por lo de la herida, ya  veía la fuente a lo lejos y podía escuchar como caía el agua, cuando casi ya estaba llegando algo me agarro muy fuerte y no me dejaba irme…

Yo dije:
-por favor se lo pido suelteme soy una buena mujer por favor se lo pido…

Caí rendida de tanto suplicar cuando los rayos de luz me dieron en la cara vi a un montón de gente a mi alrededor y me di cuenta de que lo que me agarraba en realidad era una silva.

Hoy en día cuando cuento esto me rio y recuerdo el miedo que pase.

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