Todo empezó aquella tarde, yo y mis amigo
volvíamos de navegar, somos marineros. Ese día volvíamos felices, no entiendo
la razón pues la pesca no había ido demasiado bien , decidimos llevar la pesca a un lugar donde la
conservábamos para despues venderlo. Como veníamos tan animados decidí proponer
una idea:
-¿Vamos a la taberna de Pepe, la que está en
frente de la iglesia de San Martiño?-Dije yo.
-Venga, porque no.-contesto Xosé.
-Vale pues, ¡Vamos!.-respondio Xoán.
-Yo no se si...-dijo Ramón.
-Venga hombre, anímate.-le cortó Xosé.
-Vale...-acabó diciendo Ramón.
Así que comenzamos a caminar hacia la taberna
de Pepe. Cuando llegamos entramos a dentro y pedimos unas cervezas:
-¿Que quieren señores?.-dijo el camarero.
-4 cervezas por favor.-respondi yo.
-Ahora mismo.-acabó el camarero.
Y esperamos a que llegase el camarero con las
cervezas mientras hablábamos de como había ido la pesca. Cuando llegó el
camarero Xosé que era el más loco de todos nosotros dijo:
- Competición de cervezas el que la beba más
rápido gana.
-Yo no participo.-dijo Ramón
-Pues nada tu te lo pierdes.-dijo Xoán
Así que empezamos a beber y beber y,
finalmente, ganó Xosé. Terminadas las cerveza, todas menos la de Ramón pedimos
una botella de vino blanco.
Cuando ya estabamos un poco borrachos y todavía
no llegaba la botella de vino Xosé dijo:
-Que me dais si voy a por una calavera al
cementerio de San Martiño.-nos reto Xosé
-5€.-dijo Xoán
-No te atrevas.-dijo Ramón
-Venga Ramón, déjale, es tonto.-dijo Xosé
Y se fue andando a por una calavera del
cementerio de San Martiño. Cuando estaba a punto de llegar le empezo a entra
canguele y pensó en volver pero se dijo:
-No puedo ahora ya... Tengo que hacerle sino
quedaré como un pringado, y le tendré que pagar 5€ a xoán.
Y siguió caminando, entró en el cementerio y
buscó una tumba en la que no hubiese más de una persona enterrada y fuese de
hace mucho tiempo. Cuando creyó encontrar la tumba perfecta comenzó a escavar
con una pala que había encontrado apoyada en la entrada al cementerio.
Esa tumba era de un tal señor llamado Pepe García Currás que había sido
enterrado en 1939 y había muerto con 67
años. Lo desenterró y cogió su calavera y salió corriendo de aquel lugar ya que
escuchó unos ruídos misteriosos.
Al llegar de nuevo a la taberna donde ya solo
quedabamos nosotros, ya que eran las 3:00 a.m, nos pusimos a bailar cantar y
darle de beber y comer a la calavera. Cuando ya estábamos borrachos del todo
decidimos ir a devolver todos juntos la calavera , por el camino cantamos y
bailamos, hasta yo me caí de lo borracho
que estaba y cuando llegamos le preguntamos a Xosé donde estaba la tumba:
-Xosé, ¿Donde está la
tumba de este hombre, ...hip…?-dijo Xoán
-Ehhh,… No me acuer...hip…
do.-respondió Xosé
-Pero como puedes
olvidarte asqueroso borracho.-le dijo Ramón, que en eses momentos era el único
responsable y que no estaba borracho perdido.
En ese mismo momento Xosé
se abalanzó sobre Ramón que tuvo que rodar hacia la derecha para no acabar
aplastado por Xosé,que por cierto, estaba bastante gordo… Xosé y Ramón se enzarzaron en una dura pelea hasta que
conseguimos separarlos, entones fuimos a devolver la calavera.
Después de dejarla volvimos
a la taberna y allí por sorpresa nos encontramos de nuevo la calavera.
Volvimos a devolverla
pensando que como estábamos borrachos nos habíamos alucinado. Fuimos
rápidamente y volvimos pero otra vez se
encontraba en la taberna. Repetido este proceso varias veces nos asustamos y
decidimos ir a llamar al cura. El cura nos riño (sobre todo a Xosé) Y nos
dijo, que dejásemos de jugar con los
muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario