viernes, 1 de junio de 2018

La calavera encantada. Álvaro Justo.


Todo empezó aquella tarde, yo y mis amigo volvíamos de navegar, somos marineros. Ese día volvíamos felices, no entiendo la razón pues la pesca no había ido demasiado bien ,  decidimos llevar la pesca a un lugar donde la conservábamos para despues venderlo. Como veníamos tan animados decidí proponer una idea:
-¿Vamos a la taberna de Pepe, la que está en frente de la iglesia de San Martiño?-Dije yo.
-Venga, porque no.-contesto Xosé.
-Vale pues, ¡Vamos!.-respondio Xoán.
-Yo no se si...-dijo Ramón.
-Venga hombre, anímate.-le cortó Xosé.
-Vale...-acabó diciendo Ramón.

Así que comenzamos a caminar hacia la taberna de Pepe. Cuando llegamos entramos a dentro y pedimos unas cervezas:
-¿Que quieren señores?.-dijo el camarero.
-4 cervezas por favor.-respondi yo.
-Ahora mismo.-acabó el camarero.
Y esperamos a que llegase el camarero con las cervezas mientras hablábamos de como había ido la pesca. Cuando llegó el camarero Xosé que era el más loco de todos nosotros dijo:
- Competición de cervezas el que la beba más rápido gana.
-Yo no participo.-dijo Ramón
-Pues nada tu te lo pierdes.-dijo Xoán
Así que empezamos a beber y beber y, finalmente, ganó Xosé. Terminadas las cerveza, todas menos la de Ramón pedimos una botella de vino blanco.
Cuando ya estabamos un poco borrachos y todavía no llegaba la botella de vino Xosé dijo:
-Que me dais si voy a por una calavera al cementerio de San Martiño.-nos reto Xosé
-5€.-dijo Xoán
-No te atrevas.-dijo Ramón
-Venga Ramón, déjale, es tonto.-dijo Xosé

Y se fue andando a por una calavera del cementerio de San Martiño. Cuando estaba a punto de llegar le empezo a entra canguele y pensó en volver pero se dijo:
-No puedo ahora ya... Tengo que hacerle sino quedaré como un pringado, y le tendré que pagar 5€ a xoán.

Y siguió caminando, entró en el cementerio y buscó una tumba en la que no hubiese más de una persona enterrada y fuese de hace mucho tiempo. Cuando creyó encontrar la tumba perfecta comenzó a escavar con una pala que había encontrado apoyada en la entrada al cementerio. Esa tumba era de un tal señor llamado Pepe García Currás que había sido enterrado en 1939 y había muerto con  67 años. Lo desenterró y cogió su calavera y salió corriendo de aquel lugar ya que escuchó unos ruídos misteriosos.
 Al llegar de nuevo a la taberna donde ya solo quedabamos nosotros, ya que eran las 3:00 a.m, nos pusimos a bailar cantar y darle de beber y comer a la calavera. Cuando ya estábamos borrachos del todo decidimos ir a devolver todos juntos la calavera , por el camino cantamos y bailamos, hasta yo  me caí de lo borracho que estaba y cuando llegamos le preguntamos a Xosé donde estaba la tumba:
-Xosé, ¿Donde está la tumba de este hombre, ...hip…?-dijo Xoán
-Ehhh,… No me acuer...hip… do.-respondió Xosé
-Pero como puedes olvidarte asqueroso borracho.-le dijo Ramón, que en eses momentos era el único responsable y que no estaba borracho perdido.
En ese mismo momento Xosé se abalanzó sobre Ramón que tuvo que rodar hacia la derecha para no acabar aplastado por Xosé,que por cierto, estaba bastante gordo… Xosé y Ramón  se enzarzaron en una dura pelea hasta que conseguimos separarlos, entones fuimos a devolver la calavera.
Después de dejarla volvimos a la taberna y allí por sorpresa nos encontramos de nuevo la calavera.
Volvimos a devolverla pensando que como estábamos borrachos nos habíamos alucinado. Fuimos rápidamente y volvimos pero  otra vez se encontraba en la taberna. Repetido este proceso varias veces nos asustamos y decidimos ir a llamar al cura. El cura nos riño (sobre todo a Xosé) Y nos dijo,  que dejásemos de jugar con los muertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario