La noche de San Juan. Aitana Giráldez.

En un colegio de Moaña, en una clase de segundo de primaria, la profesora le dice  a sus alumnos que como deberes para el fin de semana deben buscar una leyenda cada uno. Con la condición de que no pueden buscarlas por internet,sino, preguntando a la gente o buscando en libros.

Antía era una niña muy curiosa y culturista. Sentía mucha curiosidad por descubrir leyendas, ya que le parecía muy interesante.

Cuando llegó a casa lo primero que hizo fué ir a junto su madre y preguntarle:

• ¡MAMÁ! ¿Conoces alguna leyenda de Moaña?

Y la madre le contestó:

• Sí, conozco muchas,pero, ¿ A qué viene esto?
• La profe mandó de deberes para el finde buscar una leyenda sobre este pueblo.Dijo antía.

Inmediatamente la madre, sirvio la comida en la mesa y le contó una leyenda que le habían contado a ella de pequeña y le había parecido muy curiosa.

• Si en la noche de San Juan a las doce de la noche miras a una princesa joven vestida toda de blanco en el agua del mar cuando se suba la marea. Quien le tire una piedra y la haga sangrar recibirá mucho oro.

Antía quedó asombrada.

Ya lunes, esta, llegó a clase y se presentó como primera voluntaria para contar la leyenda que le había contado su madre.

Al acabar de contar su leyenda, Pedro, le dijo:

• ¿Y eso ocurrirá de verdad?

La profesora se rió y no contestó a aquella pregunta, esto generó muchas dudas a su alumnado.

En el recreo se reunieron todos los niños de la clase, y dijeron que si en San Juan se reunian todos para averiguar si aquella leyenda ocurriría.

En la noche de San Juan, estaban todos en la playa y cuando el reloj marcó las 0:00 todos se quedaron mirando como subía la marea. Justo en ese momento una mujer vestida de blanco caminaba por la playa, y los niños le empezaron a tirar piedras con la finalidad de hacerla sangrar.

La mujer efectivamente acabó sangrando, pero, ellos no consiguieron su oro.

Fué todo una coincidencia, la mujer iba de camino a una fiesta y pensó que si atajaba por la playa llegaría antes. Lo cual, la leyenda no había ocurrido de verdad solo fué una coincidencia.