LA LEYENDA DE LA CRUZ DE XESTOSO (cuento)
Es por la mañana, Gabiel sale de su casa en busca de alimentos. Su madre está muy enferma, resulta tener una Gripe muy fuerte que no baja. Su padre cuida de María, la madre de Gabriel, y su hermana trabaja en las tareas de casa. Pero, ¿Quien hace la comida? Muy bien, nadie. Es por eso que nuestro pequeño Gabriel sale en busca de alimento. De repente, se encuentra con sus abuelos, Jose y Sara. Ellos dos llevan 46 años de casados, nada los separa. Gabriel les cuenta lo de la enfermedad de su madre, y ambos llevan provisiones y corren a ayudarla. Llegan a casa, cansados de aquella carrera. Sara le prepara un té de hierbas verdes a María, ella se incorpora y lo toma. Jose sale de la casa y corre a comprar un caballo para así llevar a María al hospital más cercano. Decide cambiar su anillo de compromiso hecho de oro con tal de salvar a su suegra. Llega a casa con el caballo, lo ata a un carro y se lleva a la familia al hospital, y claramente, a María.
Tras un largo camino lleno de baches, llegan al hospital “Puvosa” era el mejor hospital del pueblo. Sara le explica todo a los enfermeros, y estos se la llevan de inmediato a la consulta. Allí le diagnostican una enfermedad desconocida, y le le iban a llevar una muestra de saliva al laboratorio, pero que les iba a costar 20 monedas de oro todo el tratamiento.
-¿!QUE?! - Grita Simón, el padre de Gabriel- No puede ser, no podemos pagar eso
-No hay nada que podamos hacer a cambio?- Suplica Sara
Los médicos se encojen de hombros y se llevan a la enferma al laboratorio.
La familia sale preocupada del hospital.”¿Que vamos a hacer?” “Nos quedaremos pobres” No puede ser” no paraba de rondar en sus cabezas. Deciden separarse. Gabriel y su hermana irían al pueblo a buscar trabajo. Sara y Jose irían a la iglesia a buscar ayuda. Simón se dirige a su casa a buscar todo el dinero posible. Después de unas horas, todos se reúnen de vuelta en la entrada del hospital, entre Gabriel, su hermana y Simón reúnen dos monedas de plata y 1 moneda de oro. Mientras Gabriel contaba las monedas, se da cuenta de que sus abuelos, Jose y Sara, no están, así que deciden ir todos a la iglesia.
Una vez allí, se encuentra a Sara dándole las gracias entre lágrimas al cura mientras Jose la consolaba.
-¿Qué pasó? -Pregunta Simón
-Les dije que si llevan la cruz a lo alto del monte, les pagaría lo que fuera para el tratamiento de doña María – Responde el Cura
Todos corren a darle las gracias, montando un caos lleno de lágrimas y gritos en la iglesia. Una vez secadas todas las lágrimas, Gabriel pregunta:
-¿Qué cruz?
-Esa
El cura señala a través del ventanal la cruz que han de llevar
La familia se mira, y se dispone a cargar con la cruz con tal de salvar a María.
Tras un largo esfuerzo, logran llevar la cruz. Al bajar, se encuentran al cura feliz con una bolsa con 35 monedas de oro en la mano a la espera de ser recogidas por la humilde familia, la cual coje solo las 20 monedas que necesitaban para poder asi pagar el tratamiento de María
No hay comentarios:
Publicar un comentario