Una noche, de primavera, unos marineros, llamados : José,
Antonio, Fernando y Luis, decidieron ir a la taberna que esta alado de la
iglesia de San martiño a celebrar su llegada a casa.
Ellos cenaron, bebieron, se acabaron emborrachando.
José, era el que peor iba, y ellos se aburrían. Y se les
ocurrio hacer una locura
-Y si voy a por una calavera al cementerio. Añadio José
-SIIIIII!! Dijeron todos con voz ebria.
José fue al cementerio viejo, que estaba alado de la
taberna. Y allì cogio la primera calavera que se cruzó.
Tardo aproximadamente 10 minutos, entre ida y vuelta para
llegar lo antes posible a la taberna
No se veía nada, era de noche asi que el fue corriendo.
Llego sano y salvo a la taberna, apoyo la calavera sobre la
mesa y Luis dijo:
-No seria una buena idea darle algo de beber? No se, como vino?
-Ohhh, buena idea. Añadio Fernando.
Empezaron a darle de beber, a hablar con ella, a preguntar
cosas como:
-De quien se supone que eras? Preguntaban ellos entre risas.
Cuando ya se cansaron, era muy tarde, decidieron ir para su
casa.
Fernando le mando a José llevar la calavera a su sitio.
A el no le apetecía pero acabo cediendo.
Ellos estaban esperando a que José dejara la calavera,
mientras esperaban Luis dijo tartamudeando entre la mezcla del alcohol y el
frío.
-No sentis como que nos estan mirando?
-A ti el alcohol te hace extragos, mira que eres raro.
Añadio Antonio
Llego José y se fueron para casa.
En el camino de vuelta, Fernando tropezo con algo.
-Mima Fernando que te matas, dijo José riéndose
Cuando miraron en que tropezo quedaron todos muertos.
Era la calavera que habian dejado en su sitio.
-José, no sera la calavera que cogimos? Dijo Luis.
-Si, si que es, tiene las manchas de vino, pero yo la había
dejado en su sitio.
-Tendrás que volver a llevarla digo yo
-Ya, dijo José con miedo.
El volvio a dejarla en su sitio, pero les volvio a aparecer
en el camino sucesivamente, ellos estaban muy asustados, no sabian lo que
hacer, así que llamaron al cura diciendole lo que habia pasado.
Al llegar allí el cura lo primero que hizo fue tirarles de
las orejas por haber echo eso.
El acabo consiguiendo dejar allí la calavera.
Los marineros juraron no volver a tocar ni a coger una
calavera...
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