Cuenta la
historia que hace muchos años llegó a Domaio un pueblo de la comarca del
Morrazo un moro llamado Julio con sus tres hijas y su mujer.
El moro
tenía una hija rubia, con una melena muy larga y los ojos de color azul,
llamada María. María se enamoró de un campesino llamado Miguel , él era un chico
alto, delgado, muy humilde, todas las noches a escondidas se veían en la poza
de la Moura.
Un día por
la noche María se escapó de casa para ir a junto Miguel, como solía hacer
siempre, pero su padre que sospechaba la siguió y al verla con Miguel se enfadó y lo mató.
María muy
triste y decepcionada corrió hacia la poza y se tiró y desapareció.
Desde ese día todas las noches María aparece
cantando sentada en la orilla de la poza
peinando sus rubios cabellos, esperando por
Miguel.
Este cuento
ha finalizado pero el campesino y la moura aún están enamorados.
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