Un
día de San Juan como todos los años, Iván
y sus amigos pasaban la noche en el monte de los Remedios y allí hacían
una hoguera y se quedaban toda la noche despiertos jugando y hablando hasta que
se hiciera de día, pero una noche como cualquiera decidieron encender su
hoguera al lado de la capilla.
Cuando
llegaron todos empezaron a jugar y a contar historias, a las 12 de la noche la hoguera
se apagó por culpa de una ráfaga de viento, ellos la intentaron encenderla pero
Iván tenía mucho miedo porque había visto una sombra extraña encima de una
roca, esa sombra que ahora se parecía a una persona que estaba inmóvil sentada con un bastón en la mano.
Él
se lo contó a sus amigos pero no se lo creyeron pero después vieron la sombra en el mismo
sitio que le había dicho Iván que la había visto, la persona no hacía nada pero
ellos se fueron asustados corriendo para sus casas.
Al
día siguiente cuando ya era de día volvieron a ese lugar maldito a ver lo que había
ahí encima, pero cuando llegaron no había nada lo único que había era una
serpiente tallada en la misma piedra que estaba sentada la persona y alrededor
de la capilla estaba dando vueltas una serpiente muy grande, ellos se fueron
para sus casas y nunca más hablaron de lo que les había sucedido esa noche. Hoy
en día se dice que esa persona era una mujer que había matado a la serpiente
que estaba grabada en la roca y que solo se le puede ver cuando se apaga una
hoguera en la noche de San Juan.

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