En el monte de A Paralaia, existía una cueva que los
mouros escarbaran hasta hacer un túnel de varios quilómetros que a conectaba
con la Torre, en Meira. Por ella transportaban sus tesoros y si te arrimabas a
la entrada y te parabas podías escuchar el mar, ya que también había quien
decía que llegaba por otra banda de la Punta de Udra, en el Concello de Cangas.
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