(En el escenario, aparecen
dos hombres y unna mujer, con tres árboles detrás, sentados en un banco, con
cara de preocupación. Están hablando)
Antonio: ¡Tenemos que
marcharnos de aquí! Ya no tenemos tierras para cultivar, acabaremos sin
alimentos y no podemos seguir así.
María: Tienes toda la
razón, ¡vámonos ya!
José: ¿Y cómo haremos para
marcharnos?
Antonio: Tendremos que
irnos nadando o en pequeñas barcas.
(José está en su casa, en
el escenario hay cuatro bolsas llenas de ropa y objetos básicos para la vida,
también está una maleta apoyada en un armario)
José: Ya tengo todo
guardado, lo bajaré ahora a la orilla de la ría.
(En el escenario aparece de
fondo una foto de la ría, varias personas por alli y también unos árboles)
Los vecinos de Chapela: ¿Y ahora que haremos para llegar?
Los vecinos de Chapela: ¿Y ahora que haremos para llegar?
Carmen: Tenemos que pensar
algo.
(En el mismo lugar de
antes, los vecinos con caras serias, empiezan a dar vueltas, a la vez que
piensan)
Azucena: Hay que meter las
cosas en bolsas de plástico, sino se mojarán todas.
José: Pondremos todo en
tablas de madera y las iremos empujando poco a poco.
María: ¡Buena idea!
(Entran en el escenario dos
tablones de madera, con forma de olas marinas y pintados de azul, todos juntos
se ponen detrás de ellos y comienzan a simular que nadan)
Azucena: ¡Estoy muy
cansada, ya no puedo más!
María: Lo mismo digo.
José: ¡Ánimo! Quedan solo
cinco minutos.
María: Intentaremos
aguantar.
(En el mismo escenario, con
unas montañas detrás, los vecinos vuelven a hablar)
José: No puedo más.
María: ¡Venga, ánimo! Ya
queda muy poco.
(Hay varios árboles en el
escenario, los vecinos salen de detrás de las “olas” y se sientan en el suelo a
hablar)
Luis y Sonia: Esto está
lleno de tierras en las que podemos cultivar.
Antonio: Es cierto, y allí
podremos construir las que serán nuestras casas!
Azucena: Pues yo quiero las
tierras que estén más cerca de la orilla
Antonio: No empecemos a
desvariar! Hay cosas más importantes que hacer ahora mismo.
(Con unas pequeñas casas
detrás, sentados en unos bancos María, Luis, Sonia y Antonio empiezan a hablar)
María: Mis cultivos son muy
escasos, apenas nos llegan para sobrevivir y esto va a acabar creando un gran
problema.
Luis: Me pasa exactamente
lo mismo y, de los cultivos que consigo con más abundancia, muchos están en mal
estado y no los podemos comer.
Sonia: Si esto sigue así,
tendremos que volver a marcharnos y, la verdad, es que no me gustaría, estoy
muy cómoda aquí.
Antonio: He estado investigando,
y descubrí que se debe al alto grado de salinidad del mar.
Sonia: Pues no sé qué
podemos hacer para que nuestras cosechas sean mejores y más abundantes.
(En el escenario hay una
puerta, María está justo delante y los vecinos hacen un corro a su alrededor.
Tienen cara de preocupación y la escuchan atentamente)
María: Después de darle
muchas vueltas, he descubierto que lo que debemos hacer es adomainar la tierra, es decir, echar residuos orgánicos y trabajar
mucho la tierra, así conseguiremos solucionar este gran problema.
Antonio: La verdad que creo
que con este método podremos solucionarlo, parece una buena opción.
(Aparecen en el escenario
cuatro bancos,unos árboles y una pequeña fuente, José y Antonio se sientan en
uno de los bancos)
Antonio: Yo creo que este
pueblo se merece un buen nombre, no podemos seguir así.
José: Después de tanto adomainar las tierras, yo creo que Domaio sería un buen nombre.
(José y Antonio se reúnen,
en la orilla de la ría, con sus amigos y familias para informarlos. En el es
escenario aparece un dibujo de la ría al fondo, José y Paco en primer plano y
todos sus vecinos detrás de ellos)
Antonio: Este pueblo, a
partir del día de hoy, será llamado Domaio.
María: ¡Me gusta ese nombre!
Sonia: Vamos a celebrarlo,
ahora mismo.
(Salieron todos corriendo,
en el escenario volvieron a aparecer los cuatro bancos, la pequeña fuente y los
árboles y, de repente, todos los vecinos allí, celebrando una fiesta. Había
barras de pan, jamón y botellas de vino)
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