Contaban... Una
noche, un grupo de marineros decidieron ir a una taberna alado de la Iglesia de
San Martiño. Cuando ya iban borrachos José, el más atrevido del grupo fue al
cementerio viejo, el de alado de la taberna, y se le ocurrio coger una calavera para hacer
la gracia y asustar a sus compañeros. La puso sobre la mesa y empezaron a darle
de beber vino y a hablar con ella, se rieron toda la noche, cuando ya estaban
bastante cansados, decidieron ir para casa, mandaron a José llevar la calavera
donde el mismo la cogió. Volvieron
todos para casa, mientras llegaban tropezaron con algo y era la calavera, era
la misma que antes.
Volvieron a dejar la calavera en su sitio pero volvio a aparecer,
repitieron lo mismo sucesivamente hasta que se asustaron y se les ocurrio
llamar al cura. Despues de tirarles de las orejas
consiguio devolverla a su sitio.
Desde ese dia no
volvieron a coger una calavera.

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