En
las Fontiñas, en la noche de San Juan, una chica vestida de blanco. Esta chica
envuelta en un resplandor que parecía una Virgen. Y tenía una flor en la boca,
según lo que dicen, si eres capaz de quitarsela, al instante se convertiría en
oro y nunca más necesitarías dinero ni riquezas. En caso de que no pudieras, ella desaparecía y habría que
esperar un año para volverlo a intentar. Esto no le pasaba a cualquiera, solo
se mostraba a la gente que tuviese mucha fé de que estuviese allí y fuese a
propósito, si no no había forma de que apareciese.
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