Una
noche, había un grupo de chicas en un molino al lado del río. Todo el día había
sido tranquilo, hasta que de repente, escucharon a un bebé llorar con todas sus
fuerzas. Las niñas salieron fuera y encontraron a aquel mismo bebé al pie de la
puerta. Decidieron meterlo dentro del molino y lo colocaron al lado de una
hoguera para que se calentara.
Poco
a poco el bebé se fue calmando, y cuando ya estaba totalmente calllado,
desapareció. Las chicas empezaron a escuchar ruídos muy raros en el tejado, y
empezaron a asustarse. Fue entonces cuando alguien empezó a cantar:
E chuscurruschú e chuscurruschú, las chicas del
molino me calentaron el culo.
Era el
demonio, que tomara forma de bebé para poder calentarse en el molino.

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