La poza de la
moura es un lugar famoso en el Morrazo, especialmente conocido en Moaña, debido
a su leyenda.
La leyenda relata la historia de un joven granjero que fue a buscar agua y
se encontró a una “moura” de cabellos rubios y que se estaba peinando encima de
una piedra. Al instante se enamoró de ella. No le contó a nadie lo que había
visto. Al día siguiente, el padre del joven le preguntó que cuando se iba a
casar. El hijo le dijo que no le gustaba nadie. Mintió. El padre se lo tomó
como una broma y lo dejó en paz. Al joven le gustaba la “moura” y cada día,
aprovechando cualquier excusa para marcharse y verla peinarse. Un día como
cualquier otro, fue a verla, pero la “moura” la vio. Le sonrió y después se
fue. El, como cabía esperar, se obsesionó con ella. Un día, al no verla, pensó
que se había muerto, y el también se suicidó. Pero entonces la “moura”
apareció. Y al ver al chico muerto, se tiró ella por el río. Nunca la volvieron
a ver. Se dice que ahora, por las noches, se está peinando y se oyen sus
lamentos.
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