miércoles, 23 de mayo de 2018

EL MILAGRO DE BOUZAS. Laura González.

Cuando el cuerpo de Santiago el apóstol llegaba a Galicia siendo transportado en barca, había una celebración en Bouzas, una boda en concreto, por medio la gente y del festejo, había algunos hombres practicando un juego, el cual trataba sobre, dos hombres montaos en a caballo que tenían que tirar al aire su lanza para cogerla galopando antes de que esta impactase sobre el suelo. El prometido de la boda, también participaba en dicha actividad, pero para desagrado de la gente su animal de transporte y el se hundían en las profundidades del agua, justo en ese instante pasaba el cuerpo del apóstol y para milagro de todos, el hombre y su caballo salían del mar aun con vida y recubiertos de unas conchas, unas conchas de vieira.
Hoy en día, honrando a este milagro, los peregrinos del camino de Compostela, llevan en su sombrero una concha de vieira.
(ORIGINAL: En el momento en que el cuerpo del Apóstol Santiago llegaba a Galicia en barca se celebraba en Bouzas la boda de dos jóvenes. Entre los cantos y actividades que tenían lugar, unos hombres a caballo practicaban un juego que consistía en arrojar sus lanzas al aire y galopar para recogerla antes de que tocase el suelo. El novio, que participaba también en el juego, tuvo la mala suerte de que una vez tirada la lanza, su caballo galopando se adentrase en el mar y se sumergiese. Los presentes vieron con tristeza como del caballero y su caballo sólo quedaba una estela de espuma que se dirigía hacia la nave en la que viajaban los restos del Apóstol Santiago. Pero, milagrosamente, el novio y su caballo salieron del agua a la superficie recubiertos de conchas de vieira. En honor al milagro producido, desde entonces, todo peregrino camino de Compostela, lleva en su sombrero y en la esclavina de su sayal una concha de vieira.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario