lunes, 7 de mayo de 2018

Agnóstica (historia corta). Aldara Montalvo.

Inconsciente, siempre inconscientemente, pero ¿y si somos más conscientes de todo de lo que pensamos? ¿y si la vida no es realmente vida, si no que es tan solo una simple proyección de tu inconsciente? ¿y si cuando pasa algo que “ no quieres”  realmente quieres que pase porque está producido por tí? ¿y si todo lo que pasa lo está produciendo tu cerebro?
Todo estaría hecho de forma inconsciente y consciente a la vez, porque al estar producido por tu subconsciente, supuestamente eres y pasa lo que quieres, tienes lo que quieres, hay lo que quieres, te gusta lo que quieres, existe lo que quieres… así y de forma contraria.

Por ejemplo, si quieres un libro pero no lo hay, es que tu subconsciente no lo quiere, así que no os toméis lo que dije antes de forma literal.

Si pensáis como yo seguramente os estaréis haciendo a la idea de que nuestro subconsciente y cerebro es una especie de monstruo, pero luego os daréis cuenta de que es lo que nos hace pensar, estar ahora mismo leyendo esto.
Sin cerebro no seríamos nada. Pero, imaginaros, a lo mejor ni siquiera se llama cerebro, ni es igual, porque si esto es una proyección de mi subconsciente, dudo que ese órgano vital pueda ser el responsable, tendría que estar demasiado avanzado para poder hacerlo.

Realmente nosotros no sabemos absolutamente nada sobre la vida y la muerte. No sabemos, o no sé, porque carezco de la capacidad de saber con gran certeza si vosotros existís.
¿Vosotros estaríais capacitados?, porque no hay una prueba real de que no sois una proyección.
Ahora diréis –Yo existo- pero, no puedo creerlo, si fuerais una proyección diríais lo mismo, pues, mi subconsciente no va a pasar por todo este trabajo de crear un mundo para mí y que luego lleguéis vosotros y la caguéis.
Ahora posiblemente estaréis pensando que soy una egoísta; solo existo yo, yo y más yo. Si creéis eso, por favor, darme una prueba que demuestre con una gran certeza que no sois una proyección. Sí, puedo tocaros, veros, oíros… ya sé que puedo hacer eso, pero podría ser, perfectamente, una proyección de mi cerebro.

Si me demostráis algo, por favor, que sea eso, porque, realmente…¿que es la vida? – Esa fue la respuesta que le dio Andrea a su amiga Adriana cuando vio que le intentaba demostrar lo inteligente que era, algo que se salía de la historia de todos los días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario